Los ejercicios para fortalecer el suelo pélvico tanto durante los nueve meses de embarazo como en el post parto son fundamentales para mantener el músculo fuerte y evitar la aparición de pérdidas de orina después del alumbramiento.  

Durante el embarazo, los músculos del suelo pélvico se debilitan con facilidad dado que actúa de tope en el suelo del abdomen para mantener la posición correcta de la vejiga, el recto y el útero. Debido especialmente al exceso de peso de este último, los músculos del suelo pélvico terminarán debilitándose. Asimismo, durante el parto acontece otro momento clave en la distensión del suelo pélvico al producirse un brusco estiramiento de las fibras musculares.

Por eso es tan importante durante el embarazo y después del parto fortalecer el suelo pélvico. Además de los archiconocidos de – Kegel-, existen alternativas que van a acelerar esa recuperación. Desde la electroestimulación a la máquina BTL Emsella que produce una fuente de energía magnética aumentando el tono del suelo pélvico a través de un procedimiento nada invasivo. Este tratamiento permite recuperar el suelo pélvico con más energía y en menos tiempo, previniendo de esta manera la incontinencia urinaria.

¿Cuándo empezar a fortalecer el suelo pélvico?

En cualquier momento que la persona empiece a sufrir episodios de incontinencia urinaria debería comenzar con los ejercicios y ser muy constante en su práctica, también para evaluar si se está alcanzando la recuperación completa o solo parcial y recurrir cuanto antes a un especialista.

Intensidad de incontinencia vs probabilidad de recuperación

Si que es cierto que hay una relación entre la intensidad de incontinencia y la probabilidad de recuperación: a mayor grado de incontinencia, menor probabilidad de recuperación a largo plazo. Lo recomendable es realizar los ejercicios desde el inicio del parto, incluso si se pueden realizar antes del parto, podría aumentar la eficacia, y siempre que sea una incontinencia molesta deberían consultar para ver si es necesario administrar dos tipos de tratamiento y no solo los ejercicios de Kegel. 

Fortalecer el suelo pélvico tras el parto

En cuanto la criatura lo permita, es muy importante que las mamás comiencen a plantearse en qué medida recuperarse y empezar los tratamientos cuanto antes. Desde luego, si se tarda un año o más en comenzar será mucho más difícil y tedioso, incluso menos efectivo. Y es que cuanto más tiempo pase sin fortalecer el suelo pélvico o en buscar una evaluación, menos probabilidades habrá de recuperación.

Por ejemplo, empezar los ejercicios o a recibir un tratamiento adecuada más allá de un año tras el parto no solo reducida la probabilidad de recuperación, sino que esta durará mucho menos en el tiempo puesto que esa musculatura será más difícil de recomponer. Al estar más elástica, no va a poder recuperarse igual.

Ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico

Los ejercicios de Kegel para fortalecer el suelo pélvico son una buena alternativa además de altamente efectivos, siempre y cuando se realicen correctamente. Incidimos en este punto no porque se haya hablado poco, sino por la gran cantidad de personas que cometen el error de practicarlos de forma incorrecta, obteniendo como resultado el efecto contrario.

Es bastante complicado reconocer la musculatura de la zona pélvica tal y como está estructurada, por eso, hay muchas veces en las que pensamos que estamos haciendo un ejercicio, mediante el cual contraemos el suelo pélvico hacia afuera, y realmente lo que estamos haciendo es el ejercicio con una parte hacia fuera y otra hacia dentro.

Riesgos de hacer mal los ejercicios de Kegel

Practicar los ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico – Kegel – de forma incorrecta acarrea muchos más riesgos que beneficios. De hecho, hay pacientes que los hacen de forma completamente inversa, y lo que eso está produciendo es que se lesione el suelo pélvico. En lugar de encontrar un beneficio, lo que van a encontrar es un perjuicio.

En ese caso, sería necesario acudir a un profesional que valore el grado de daño y te enseñe a practicarlos correctamente, o bien en caso de no adaptarse del todo a esa técnica, poder optar por otras formas de fortalecimiento del suelo pélvico, como la electroestimulación o la Emsella.