Existen diferentes factores que provocan las infecciones de orina recurrentes y aunque puede producirse en ambos sexos, este tipo de clínica es más frecuente en mujeres a partir de los 30 o 40 años. Pero, comencemos por lo básico, qué es exactamente la infección de orina. 

Qué es la infección de orina 

La infección de orina o infección del tracto urinario (ITU) es una contaminación de la zona que engloba el tracto urinario y que incluye la vejiga, la uretra, los uréteres y los riñones. 

Los hongos y los virus son las bacterias más comunes que causan este tipo de infecciones, y que provocan síntomas como la sensación de ardor al orinar, la orina se vuelve turbia u oscura y adquiere un olor fuerte, aumenta la frecuencia de micción, así como no poder vaciar completamente la vejiga unido a dolor pélvico. 

Las mujeres suelen padecer esta sintomatología con mucha más frecuencia debido a que su uretra (el tubo que transporta la orina) es más corta que la de los hombres y su pequeña extensión facilita que las bacterias entren en la vejiga. 

Infecciones de orina recurrentes en mujeres 

Las infecciones de orina recurrentes tienen lugar cuando la mujer encadena varias infecciones que se alargan en el tiempo. Muchas veces, las causas de las infecciones de orina recurrentes están relacionadas con cambios morfológicos por la edad que produce alteraciones de la configuración de la vagina, o bien por la ingesta de anticonceptivos orales, situaciones de estreñimiento o incluso cambio de pareja.

Infecciones de orina recurrentes en varones 

En el caso del varón, las infecciones de orina recurrentes se manifiestan a través de lo que se conoce como prostatitis crónica, que son infecciones crónicas muy recurrentes. Estas cuestan muchísimo de tratar y precisan tratamientos muy prolongados de semanas si no se encuentra la causa que justifique la sintomatología. Y es que, a nivel prostático, muchas veces se trata como infecciones lo que realmente son inflamaciones, sometiendo al paciente a tratamientos prolongados de una manera innecesaria. 

Tratamientos alternativos para infecciones de orina recurrentes 

Habitualmente, el tratamiento que se recomienda tanto para las infecciones de orina recurrentes como para los casos de prostatitis crónica es el antibiótico, pero no es el único, de hecho, actualmente deberíamos evitar en la medida de los posible su ingesta puesto que muchas veces es el masivo empleo de los antibióticos el que está detrás del aumento de las asistencias.  

En respuesta a ellos, los facultativos abogan por el uso de medicina natural. Existen ciertos productos naturales que pueden prevenir las infecciones de orina. Y eso es muy importante, porque cada tratamiento con antibiótico que nos evitamos es un logro.

1. Arándano rojo

Arándanos rojos, siempre asociados con la manosa (un azúcar que está en la fruta natural) que multiplica los beneficios del arándano rojo porque hacen un efecto simbiótico contra distintos tipos de bacterias que se llaman Escherichia Coli y Klebsiella. Hay otros tipos de medicina natural que pueden ayudar, pero los más extendidos son estos. 

Actualmente está muy extendido su uso. Otra cosa es discutible es si es el mismo tratamiento con el arándano que nos venden en un jarabe en una herboristería o si es mejor el tratamiento que se da en una farmacia, o qué diferencias hay entre los diferentes tipos de marcas de tratamientos que hay. 

2. Vacunas 

Hay otros tratamientos también muy efectivos como las vacunas para las infecciones de orina. Son vacunas como tal pero muy diferentes a lo que tenemos entendido comúnmente. Se extraen gérmenes del propio paciente, se inactivan y se reintroducen a través de la vía sublingual. Este mecanismo se realiza durante dos o tres meses.

3. Instilaciones intravesicales 

Hay pacientes que con los citados tratamientos tienen suficiente, y pacientes que necesitan alargarlo mucho más tiempo, viendo si son eficaces o no. Si la respuesta es positiva, lo mantenemos durante un tiempo prolongado. Pero si esos tratamientos no acaban de funcionar, desde urología, se proponen otras alternativas de tratamiento como pueden ser las instilaciones intravesicales de sustancias. Estas consisten en introducir dentro de la vejiga ciertas sustancias que impiden que los gérmenes se reproduzcan, provocando a su vez un efecto antiinflamatorio. Un ejemplo de estas sustancias son los ácidos hialurónicos con diferentes variedades que en función de su peso molecular tendrán un efecto diferente en el paciente, y en según los aditivos que lleven tendrán mayor o menor eficacia.