Para prevenir las pérdidas involuntarias de orina, los ejercicios para la incontinencia urinaria son muy efectivos, pues ayudan a fortalecer el suelo pélvico para que la vejiga, el útero y la vagina mantengan una posición adecuada.

A parte de los ejercicios de Kegel, que son los más conocidos y de los que hemos hablado con anterioridad en este blog, existen diferentes alternativas. Ejercicios que fortalecen la cintura abdominal y todos los músculos que rodean la vejiga y que juegan un papel determinante a la hora de evitar la incontinencia.

Ejercicios para la incontinencia urinaria

La práctica de ejercicios para la incontinencia urinaria está altamente recomendada tanto para aquellas personas que ya han comenzado a sufrir pérdidas de orina, como para las personas que se encuentran sanas, pero quieren evitar esta afección en un futuro.

Si bien, la realización de estos ejercicios no exime de la consulta con un profesional en caso de estar experimentando incontinencia urinaria, pues probablemente para remediar tal síntoma va a ser muy necesario un tratamiento más complejo. No obstante, los ejercicios para la incontinencia urinaria

  1. Apretar la zona del ombligo
    Muchas veces el dolor lumbar y la incontinencia urinaria en mujeres viene provocado por la debilidad de la zona centro del cuerpo, también conocida como Core (músculos abdominales, los lumbares, los de la pelvis, de los glúteos y la musculatura profunda de la columna) y del suelo pélvico. De hecho, el 78% de las mujeres que participaron en el estudio «Incontinencia urinaria en mujeres con dolor lumbar» presentaron problemas de lumbalgia e incontinencia de forma simultánea.
    Por lo tanto, uno de los ejercicios para la incontinencia urinaria sería contraer el área del ombligo hacia atrás y mantenerla así durante 5 u 8 segundos, aproximadamente. Se recomienda que para su efectividad se hagan diez repeticiones. Se trata de un método muy efectivo también para el dolor lumbar, ya que a través del mismo trabajan los músculos del suelo pélvico y los del abdomen.
  2. Mover el suelo pélvico
    Otra de las recomendaciones más frecuentes sobre ejercicios para la incontinencia urinaria son los movimientos del cuerpo y la cadera haciendo círculos. De ese modo, se fortalece tanto la cintura pélvica como el músculo transverso del abdomen, y se evita la presión abdominal que ejerce otro tipo de ejercicios, como, por ejemplo, los abdominales.
    Además, este tipo de movimiento es muy útil porque también ayuda a prevenir problemas musculares y otro tipo de lesiones fortaleciendo el músculo del suelo pélvico. Se recomienda no practicar más allá de dos minutos para evitar cargar demasiado los músculos.
  3. Inclinar el cuerpo
    Realizar este ejercicio es muy efectivo para fortalecer los músculos del suelo pélvico y así evitar los episodios de incontinencia urinaria. Para ello, es preciso sentarse de forma cómoda con las piernas separadas levemente. El ejercicio comienza cuando manteniendo esta postura comenzamos a inclinar la parte superior hacia adelante hasta reposar los codos en los muslos, manteniendo en todo momento la espalada recta.
  4. Adoptar una postura correcta
    Más que un ejercicio en sí, este consejo podría catalogarse como hábito. Consiste en prestar atención a la postura corporal, la alineación de cadera y cabeza, mientras te encuentras en movimiento.
    En ese sentido, (Core). Así, al fortalecer se favorece mucho la higiene postural y se impide que se debiliten los músculos de la zona media el equilibrio del cuerpo se fortalecerán también los músculos y ello evitará futuros problemas de incontinencia urinaria.
    Para realizar este tipo de ejercicios para la incontinencia urinaria, basta con ubicar la cabeza en el centro del cuerpo y de la cadera, para a continuación bajar la barbilla alineándola así con la pelvis.
  5. Alinear la espalda
    Y dentro del hábito que hemos comentado anteriormente sobre revisarse la postura corporal, estaría el de corregir la postura de la espalda como uno de los ejercicios para la incontinencia urinaria. El estudio «Ergonomía de la postura: revisión de varios problemas de la postura de pie y sentado» reveló que efectivamente las malas posturas tanto de pie como sentado provocan dolencias en los músculos, tejidos y tendones, entre otros. Pero es que, además, investigaciones recientes sobre ortopedia han indicado que esas mismas posturas aumentan la presión intradiscal, y consecuencia de esta excesiva presión, los episodios de incontinencia urinaria serían mucho más frecuentes. Es necesario para contrarrestar este efecto, fortalecer la musculatura, clave cuando hablamos de prevenir las pérdidas involuntarias de orina.

Cómo y cuándo realizar estos ejercicios

Los ejercicios para la incontinencia urinaria son bastante sencillos y requieren poco tiempo de ejecución. Por lo general, los profesionales de la salud recomiendan realizarlos entre una y dos veces al día, pero es preciso que cada caso sea revisado con el especialista para que el resultado sea excelente.

Lo que se pretende lograr mediante estos ejercicios para la incontinencia urinaria es controlar el proceso de micción y reeducar la vejiga para evitar las pérdidas. La incontinencia no solo es un problema que altera la vida cotidiana de las personas, es que, tanto en lugares públicos como dentro del propio hogar, ocasiona un malestar muy grande. Y es que ser capaz de contener la orina es una función básica del cuerpo de una persona, precisamente por eso requiere del estudio, diagnóstico y tratamiento necesarios para acabar con el problema.

Además de los simples pero eficaces hábitos, así como los ejercicios para la incontinencia urinaria, aprender a ingerir líquidos naturales, como el agua, es vital para controlar la incontinencia urinaria. Evitar asimismo el consumo excesivo de bebidas azucaradas, con cafeína y artificiales, ayudará a combatir los episodios de pérdidas de orina.

La incontinencia urinaria es un problema grave, pero que muchas veces tiene sencillas soluciones con tratamientos no invasivos para el cuerpo que ayudan a las personas a recuperar una vida normal sin estar pendientes de la vergüenza o las molestias que les ocasionan las pérdidas de orina.